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Plantillas no metálicas ¿son seguras?

Las plantillas antiperforación no metálicas han tenido una gran aceptación entre fabricantes y usuarios de calzado de uso profesional, pero ¿son tan seguras como las tradicionales plantillas de acero?

Se utilizan algunos argumentos para la utilización de plantillas no metálicas que no aportan verdaderas ventajas:

- Diferencia de peso. No siempre es cierto que las plantillas no metálicas pesan menos que las de acero, incluso algunas plantillas no metálicas son más pesadas que las de acero. En realidad, la diferencia de peso es insignificante respecto al peso total del calzado.

- Protección frente a riesgos derivados de la electricidad. El hecho de que la plantilla no sea un elemento metálico no es un valor añadido para la protección frente a estos riesgos, la normativa del calzado aislante no excluye la incorporación de partes metálicas en el calzado, siempre que se cumplan los requisitos de la norma.

Una ventaja indiscutible de las plantillas no metálicas es su flexibilidad, debido a ello son muy apropiadas en los trabajos que implican la conducción de vehículos.

La diferencia más significativa entre ambos tipos de plantillas es la protección frente a la perforación.

No existe diferencia en los requisitos del calzado de uso profesional, ni en las viejas normas ni en las nuevas, respecto al material constituyente de las plantillas antiperforación. De acuerdo con las condiciones de ensayo y las dimensiones del punzón descritas en la norma EN 12568, deben resistir una fuerza mínima de 1.100 N.

Es evidente que superar los mismos ensayos no es lo mismo que ofrecer la misma protección, en los ensayos descritos por algunas normas, los mínimos exigidos son tan escasos que casi cualquier producto testado los alcanza y en otros son tan elevados que los fabricantes no consiguen diseñar un producto que los alcance, tomemos como ejemplo la norma EN 50321 para trabajos eléctricos, cuyos niveles solo consiguen alcanzar botas de agua de goma o material sintético.

Respecto a la superficie cubierta del riesgo de perforación, la protección ofrecida por las plantillas no metálicas es mayor que la ofrecida por las plantillas metálicas.

Las plantillas de acero dejan necesariamente una superficie de la planta del calzado sin cubrir. La distancia entre el canto de la horma y el borde de la plantilla está descrita en la norma EN ISO 20344 y no debe ser mayor de 6,5 mm. o 17 mm. en la zona del tacón. El porcentaje de superficie protegida oscila entre el 85% y el 90% del total de la suela, sin embargo las plantillas no metálicas utilizadas como palmilla cubren la totalidad de la suela.

Respecto al diámetro del objeto punzante, la protección ofrecida por las plantillas no metálicas es menor que la ofrecida por las plantillas metálicas.

Las plantillas antiperforación no metálicas pueden ser perforadas, de hecho son perforadas por la aguja que las cose al calzado. La aguja es de un diámetro notablemente inferior al punzón utilizado en el ensayo. Este hecho está planteando la cuestión de que el ensayo de perforación debe ser revisado teniendo en cuenta los nuevos materiales y el riesgo que representan los elementos punzantes de menor diámetro que el punzón descrito en la norma EN 12568.

Es importante remarcar que las normas armonizadas no son de obligado cumplimiento, y otorgan al producto certificado conforme a ellas la presunción de conformidad con los requisitos esenciales de seguridad y salud exigidos por la Directiva 89/686/CEE.

Las normas armonizadas son sometidas a revisiones y cambios, incluso en ocasiones su presunción de conformidad es retirada porque se demuestra que sus requerimientos no son suficientes y determinados productos certificados conforme a ellas no son lo suficientemente seguros, en esos casos, tanto la norma como los productos certificados conforme a ella dejan de ser conformes con la Directiva.

Si ocurre un accidente sin que la norma haya dejado de ser conforme, sería sometido a investigación, y las primeras reclamaciones de responsabilidad serían dirigidas al fabricante del producto o su mandatario en la Comunidad, aunque el producto y las plantillas estuviesen correctamente certificados.

Todos estos argumentos remarcan la importancia del estudio individualizado de los riesgos a cubrir en cada puesto de trabajo, teniendo en cuenta no solo las normas armonizadas, sino las verdaderas prestaciones de los equipos de protección.



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